Demasiado realista

La noticia salió en la primera edición de todos los periódicos. El estudio del famoso pintor realista amaneció destrozado. Todo eran cuadros rasgados, caballetes desvencijados… No parecía un robo; semejaba, más bien, una agresión muy bien planeada. Lo único que echó en falta el pintor fueron a dos de los caballeros medievales de la histórica batalla que estaba pintando en ese momento. Habían sido enemigos durante toda su vida.

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Microrrelato que participa en el Reto 5 líneas del blog de Adella Brac.

Primavera

Aquí estoy un jueves más aceptando el reto que nos lanza Escuela Cursiva con su #JuevesConCuento para que escribamos un microcuento con 15 palabras como máximo empleando siempre la palabra o palabras que nos proponen cada semana. Hoy nos ponen el reto que usemos la palabra «primavera»

A mí me han salido estos tres microcuentos. A ver qué os parecen:

Microcuento nº1:

Hacer reír
Decían que le faltaba una primavera. No le importaba. Había llegado a bufón del rey.

Microcuento nº2:

Tian, el mandarín
Sus amigos le llamaban rollito de primavera. Sólo era Kung-Fu delante de la pandilla rival.

Microcuento nº3:

Malquerencia
En primavera aplastó todas las flores del jardín. Él las había plantado antes de irse.

Empezar otro nuevo curso

Cada año, al empezar un nuevo curso mi madre me compraba una goma de borrar; siempre era una Milán, rectangular, perfecta, impoluta. Pero al acabar el curso, mi Milán tenía una forma redondeada, con sus filos desgastados y la suciedad impresa en su cuerpo.

El año que te conocí yo también me sentía esbelta, perfecta, impoluta; sin embargo, ahora busco la manera de borrar tus recuerdos. Me dejaste con la mente y el cuerpo desgastados, con la suciedad de tus manos impresa en mi piel.

Tal vez mañana vaya a la papelería y me compre una nueva Milán; quizás así logre sentirme otra vez una mujer digna de cariño, una mujer con derecho a empezar un nuevo curso.

(Para El Bic Naranja – Viernes Creativo)

Disturbios

Comenzó a gritar a mitad del concierto. El director, asustado, paró la música de inmediato.

—¿Pasa algo? —preguntó el director dirigiendo su mirada hacia el lugar de donde procedían los gritos.

—No, no pasa nada —contestó un hombre puesto en pie en la platea —. Tan solo quería molestar un rato.

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(Publicado en 50 palabras)