(Soliloquios al atardecer)
Tal día como hoy, 17 de febrero, de hace 186 años, nacía en Sevilla Gustavo Adolfo Bécquer, el poeta con el que muchos de nosotros, incluida yo, descubrimos por primera vez que era eso de la poesía.
Rima XXI
¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¡Qué es poesía!, ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía… eres tú.
Pero no fue hasta mi llegada al Instituto Lope de Vega de Madrid y gracias a las enseñanzas de un profesor de historia de la literatura, don Dionisio Gamallo Fierros, que amaba la literatura y los libros por encima de todo, cuando descubrí la belleza que encerraban esos versos escondidos detrás de su aparente sencillez.
Rima XXIII
Por una mirada, un mundo,
por una sonrisa, un cielo,
por un beso… yo no sé
qué te diera por un beso.
Después vinieron otros poetas más modernos, más reivindicativos, a sumarse a mi admiración y respeto por este género; también osé escribir algún poema en mi atormentada adolescencia (¿quién no ha sido poeta por culpa de su primer amor?); aunque jamás olvidaré la primera vez que oí leer estas dos rimas en voz alta. Todas las alumnas nos quedamos atentas, en silencio. La dicción pausada, con la cadencia justa, del profesor abrió ante mí un mundo de sentidos que desconocía hasta ese momento. Bécquer fue mi primer poeta. Así es fácil amar la poesía.