Lo mejor de cumplir años es la libertad con la que actúas sin importarte el que dirán. Hoy, por ejemplo, voy a dormir en un tipi cedido por un indio cheroqui en un bosque perdido de Carolina del Norte bajo la protección del tótem de la tribu. Quien me iba a decir a mí que a mis noventa años podría cumplir por fin uno de los sueños de mi infancia. Ahora sólo me falta encontrar un tesoro en una isla perdida y a mi príncipe azul en un baile de disfraces.
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Microrrelato para el reto de mayo de 2020 de Escribir jugando de Lídia Castro Navàs
Alma Rural 
Lo importante de los sueños es tenerlos y se cumplen mejor que mejor, aunque sea a los 90. Me ha encantado.
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Nunca se puede perder la esperanza de cumplir un sueño, sea a la edad que sea… Los sueños, los proyectos son los que nos ayudan a seguir luchando cada día. Gracias por tu compañía y por tu comentario, azurea20. Te mando un beso
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Oh, es muy tierno. ¿Quién no quisiera cumplir sus sueños? Nunca es tarde para hacerlo, según la protagonista. Es un grito a la esperanza, Lola. Me encanta. Es como si nos dijera que nada ni nadie puede hacernos apagar nuestras ilusiones y debiéramos mantenerlas siempre vivas. Nunca se sabe qué puede ocurrir.
Muchas gracias por participar en el reto. Te mando un abrazo gigante y hasta muy pronto, amiga 🙂 ❤
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Esa es la idea, Lídia… Luchar por los sueños que una tiene sin importar la edad. Como tú misma dices, nunca se sabe qué puede ocurrir.
Te mando un besazo, compañera.
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