Ser menor de edad no le impedía estar sentado ante el juez. Lo que había hecho sólo había sido por divertirse un rato. Pero la broma se le había ido de las manos. No esperaba que Ramiro, para intentar escapar de él, fuera a tirarse por el balcón de la habitación donde se alojaban durante el viaje de fin de curso. Ahora comprendía a las mil maravillas el miedo que sintió su compañero de pupitre entonces. Era el mismo que él sentía en aquellos momentos ante la idea de ir a parar a un reformatorio.
-.-
Microrrelato que participa en el Reto 5 Líneas del mes de Julio del blog de Adella Brac.
Este relato invita a la reflexión, Gracias por compartirlo. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Si hago reflexionar a mis lectores, por pocos que sean, sobre este terrible problema ya me doy por satisfecha.
Gracias por tu compañía, Carlos.
Un beso.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Miedo de ida y vuelta. Lástima que Ramiro no lo pueda ver.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Sí, yo creo que siempre hay que ponerse en el sitio del otro cuando se hace algo, sobre todo si se quiere hacer algo malo. Si pensáramos cómo se está sintiendo el otro es muy probable que hubiera menos maldad en el mundo.
Un beso, Francisco.
Me gustaLe gusta a 1 persona
“ChronosFeR2” me ha traído hasta aquí y me alegro porque me gusta lo que he encontrado. Mucho ánimo para continuar con tu proyecto. Beleza.
Me encantaría invitarte a tomar un té con hierbabuena en “El zoco del escriba” para seguir hablando de lo que prefieras.
Alberto Mrteh (El zoco del escriba)
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por tu apoyo, Alberto. Me alegra que ChronosFeR2 te haya traído hasta aquí y que te hayas quedado a hacerme compañía.
Ahora me paso por el zoco para ver qué encuentro por allí.
Un saludo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Serás siempre bienvenida.
Me gustaLe gusta a 1 persona