En el pueblo estaban todos nerviosos. La astucia del alcalde había conseguido que el castillo volviera a ser de propiedad municipal. Los aldeanos sabían que el antiguo dueño no iba a quedarse de brazos cruzados sin tomar represalias contra ellos. Pero el alcalde tenía un as guardado en el cajón: un reportaje fotográfico de la última fiesta del verano en el castillo. Seguro que alguna revista del corazón estaría encantada de poder publicarlo.
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Microrrelato que participa en el Reto 5 líneas del mes de Septiembre del blog de Adella Brac.
Gran micro con un estupendo final gracias a la doble astucia del alcalde.
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Ante determinados asuntos sólo nos queda la astucia para defendernos.
Gracias por pasarte por aquí y comentar, Francisco.
Un beso.
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Qué bueno, no puede uno desmelenarse ni un castillo, je, je. Un beso.
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Es que algunas fiestas de verano son demasiado, incluso en un castillo, Luna.
Un beso, compañera.
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Jeje Esas fotos deben ser memorables!! 😂😂
Muy bueno, Lola! Un abrazo 😊
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Imagínate como serían, Lidia, para dejar marchar la propiedad de un castillo con tal de que no salgan a la luz.
Un beso, amiga.
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jeje. Me recordó a las fiestas de Punta Cana de Berlusconi.
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Esa es la idea, Javi. ¿Cómo sería la fiesta para que no quiera que se publiquen las fotos?
Gracias por la lectura de mi micro y por comentar.
Un saludo
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Gracias por compartir, me encanta tu micro. Besos a tu alma.
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Muchas gracias María del Mar.
Un beso
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